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lunes, 23 de marzo de 2015

Los viejitos de las flores.

En un pueblo lejano que se encontraba  una pareja  de ancianos muy pobres, por las mañanas salían a recolectar  plantas, frutas y verduras. Después de unos años los viejitos iniciaron un vivero donde conservaban  todo tipo de flores. Iniciaron un pequeño puesto de flores en el cuál les fue muy bien pero ellos nunca dejaron de ser humildes y  decidieron donar el dinero que ganaban a una fundación.

Los viejitos eran muy felices con eso. Iniciaron a recordar sus aventuras desde su infancia el viejito recordó que cuando era niño su papá era campesino y él le enseñó a  sembrar en el campo además su papá trabajaba en un rancho y convivía mucho con los animales, las flores y las plantas y ahí le empezó a enseñar todo eso. Él platicaba que su mamá era muy buena cocinera y le preparaba unos platillos exquisitos. Era muy feliz pues tenía un lugar muy grande donde jugar. 
La viejita al igual que él era de sangre de campesinos y a ella desde que era niña le gustaba cocinar, cuidar a las flores y a los animales.
En el rancho los papás de los viejitos trabajan juntos y fue donde se conocieron, todavía eran unos niños pero desde pequeños eran felices juntos. Hasta que un día su mamá del viejito se enfermó de tuberculosis y se murió de forma casi instantánea, él para ocultar su dolor se volvió muy callado y ya no era tan expresivo. 
Un mes después su papá de él murió de tristeza y los papás de la viejita decidieron que se fuera a vivir con ellos porque él se había quedado totalmente solo. Fue ahí donde iniciaron a convivir más juntos. Cuando cumplieron 15 años los dos se fueron a trabajar porque sus papás se enfermaron gravemente. Desgraciadamente su papá de ella murió primero y después su mamá.

Ellos ahora estaban solos y trabajaban en una hacienda, después se casaron y desde ahí están juntos, tuvieron una hija llamada Azucena y un hijo llamado Gerardo. Cuando crecieron los niños entraron a la preparatoria y decidieron alejarse de ellos porque se avergonzaban de sus padres por lo que eran, campesinos, se fueron a la Ciudad. Obviamente se quedaron ellos viviendo en una choza humilde en la que empezaron a trabajar mucho y lograron hacer un vivero que después había en todos los pueblos, se hicieron ricos pero sus hijos jamás regresaron a lado de ellos.

Por: Melisa García Elizarrarás.

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