¡Hola mamá! Gritaba todos los días al llegar a la casa ¡mamá ya llegue! Ella siempre me espera dentro de la casa y contesta después de mi con un "bienvenida hija, que bueno que ya llegaste" y una sonrisa en su rostro aparece al ver que ya llegue, ya hemos recibido varias quejas de los vecinos diciendo que nos callemos porque no dejamos dormir pero aún así no nos importa y lo seguimos haciendo diario.
Mi madre es encantadora, su sonrisa es muy brillante y sus ojos son abiertos como los de un búho pero al sonreír se cierran como si fuera de algún lugar asiático, duermo poco y salgo muy tarde de trabajar por lo que ella siempre se alegra al verme llegar con bien, todos los días se está preocupando por mi y dice que le llame antes de salir del trabajo hacia la casa pero yo le digo que no se preocupe y que todo estará bien. Todos los lunes compro flores para ella, las compro para que recuerde que tiene alguien que la quiere y nunca la olvida, también para decirle que es mi inspiración, cada vez que se marchitan ella se entristece como si esas fuesen sus primeras flores en toda su vida, la quiero tanto que daría absolutamente todo para que sea feliz.
Hoy es domingo y fuimos de compras juntas, he estado ahorrando para este día como 8 meses que se han hecho eternos, pero no importa porque es para comprar toda la ropa a mi mamá quisiera, tan solo para verla feliz y que cuando estrene la ropa se vea como toda una reina. De regreso a la casa nos regresamos corriendo porque una fuerte lluvia nos alcanzó y empapó de pies a cabeza, pero me di cuenta que se cansó demasiado, debe ser la edad ¿no es así?
Es lunes y voy de camino por las flores de mi mamá, no se por qué me siento extremadamente cansada y no quiero ir por las flores de mi madre y aun que sé que ella entendería la razón por la que no pase por sus flores se pondría triste, así que me dirijo hacia el puesto de cada semana, el señor que vende las flores ya me conoce y también él es otro que se alegra al verme llegar.
"¿Va a llevar flores señorita? " me pregunta con su sonrisa de siempre,"si Don Gustavo", ya sabía su nombre porque aparte de ir cada semana, el señor Gustavo era conocido por toda la ciudad porque sus flores eran las más bonitas que podía haber, nadie lo superaba, también daba consejos muy sabios ya que era un hombre de avanzada edad y siempre me decía que cuidara de mi. Terminé de comprar las flores y ahora voy hacia el transporte publico, los flores son hermosas, unas son rojas algo parecidas a las rosas y otras son amarillas con toques naranjas.
Llegando a la casa grito lo mismo de todos los días ¡hola mamá!¡Mamá ya llegue! Pero ahora escuché a mi madre toser fuertemente en su alcoba, sin pensarlo tiré todo lo que traía al suelo y corrí hacia ella, se escuchó un fuerte golpe en el suelo, toqué la puerta del baño que estaba cerrada pero ella no me quiso abrir y dijo que todo estaba bien, que no me preocupara, no le creí y por suerte sabía bien donde se encontraban todas las llaves, fui corriendo a buscarlas y regresé de inmediato, al momento de abrir encontré al amor de mi vida recostada en el piso frente al escusado, el piso lleno de sangre y yo sin poder hacer nada, sin saber que hacer si gritar o llorar sólo voy y la abrazo, no me importa llenarme de sangre, sintiendo que mi mundo caía frente a ella, solo pensé en llamar a una ambulancia, mi madre ya no contestaba cuando la llamaba, ella es una mujer fuerte, todo va a estar bien, eran las únicas palabras que podía decirme a mi misma para no caer igual que ella, eran cerca de las 12 de la noche y la ambulancia llegó, ya no puedo saber qué es lo que está pasando ¿qué es lo que tiene mi madre?
Llegamos al hospital, no se por qué me da la sensación de que los doctores ya conocían a mi mamá desde antes, después de esperar varias horas un doctor salió del mismo cuarto de donde habían metido a mi mamá y llamó mi nombre,
-Si, diga doctor, yo soy su hija ¿qué tiene mi madre?
-Mira pequeña, por ahora puedes pasar pero no la hagas tener fuertes cambios de emociones, está muy débil y no aguantará más.
Éstas ultimas palabras me deshicieron, ¿a qué se refiere con eso? Mi madre es una mujer fuerte y que nunca se rinde ¿cómo que no aguantará? Ella va a luchar conmigo y a mi lado, no soportaría no tenerla aquí junto a mi, más lagrimas salen de mis ojos, recuerdos que tuve desde pequeña vienen a mi, las fiestas que hacia junto a mi padre, todas aquellas tardes de películas juntas, ¿qué pasaría si se iba? ¿Me dejará aquí sola? ¿Ya no la tendré más a mi lado? ¿Por qué? No pude pronunciar palabra alguna y me dirijo a su cuarto, paso un trago de saliva y con un nudo en la garganta siento como mi cuerpo se debilita poco a poco, de el lugar en donde estoy hacia el cuarto son como 3 metros pero siento que no puedo caminar, mis piernas no responden y lentamente siento que mi peso cae sobre el piso frío, apenas alcanzo a escuchar unas voces ¿señorita está bien? ¿Qué le sucede? No puedo hablar y las lagrimas siguen corriendo sin cesar sobre mi rostro, solo quiero ir con mi madre, algunas personas me ayudaron a llegar, al final apenas pude pronunciar gracias. Tomo la fría agarradera y le doy vuelta para después empujar la puerta ¿mamá? La veo acostada sobre una camilla blanca con ropa azul y con tubos sobre ella, me dirijo hacia donde se encuentra, mamá, susurre sentándome a su lado, ella abrió sus ojos y me miró, "escucha hija..", me habló mientras se quitaba un par de tubos que tenía sobre la boca. El doctor dijo que ella no podía hablar así que yo se lo impedía pero sus últimas palabras resonaron en mi cabeza una y otra vez: "fui fuerte hija, pero mi tiempo ha llegado, ahora tienes que ser fuerte y superarte más, no quiero que mi niña me olvide nunca, te amo mi niña".
Apenas vi como sus ojos se estaban cerrando poco a poco y entendí que la vida al igual que las flores se marchitan pero el amor nunca lo hace y yo siempre le amaría. Una maquina emitió un sonido muy agudo y fuerte que me dejo sin escuchar nada, todo era más lento y más doloroso, varios doctores entraron corriendo para salvar a mi madre pero no pudieron hacer nada, seguía gritándole una y otra vez pero sabía que jamás regresaría, una enfermera me sacó de la habitación, ya no había nada, ni un solo motivo para vivir.
Al día siguiente me vestí de negro y todas las personas que llegaban a la casa vestían del mismo color, todas las personas traían flores para ti mamá, es el día en el que más has recibido flores y no es lunes ¿verdad?, un doctor me explicó que tu ya sabías de tu enfermedad pero que quisiste ser fuerte para mi hasta el final, no sabes cuanto sigo admirándote y cuanta falta me haces.
Ya han pasado 3 años desde tu partida mamá, es un día lluvioso y triste, hoy es lunes y fui a comprar unas flores para ti, se que me estás viendo desde el cielo, es por eso que aún te las compro, sentada mirando a través de mi ventana recuerdo tu perfume, te recuerdo a ti y a mi heroína; una vez más me tienes aquí junto a nuestros recuerdos, una vez más mamá, aquí están tus flores.
Por: Rebeca Areli Pérez Pérez.
Por: Rebeca Areli Pérez Pérez.
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